La microdosificación es la práctica de tomar pequeñas dosis de cannabis para conseguir los efectos deseados. Se ha popularizado en los últimos años a medida que más gente ha empezado a darse cuenta de que el THC no es todo lo que el cannabis puede ofrecer. La gente ha estado microdosificando durante siglos, pero la práctica sólo ahora se está convirtiendo en una tendencia dominante. Una sola dosis de marihuana puede variar mucho: depende de lo fuerte que sea, del tipo que utilices (cannabis u otras hierbas) y de la cantidad que consumas (en peso o en volumen). Para sacar el máximo partido a tu experiencia, deberás tener en cuenta estas cosas mientras exploras esta nueva forma de consumir productos derivados del cannabis:
La microdosificación es el acto de consumir pequeñas cantidades de cannabis, a menudo en forma de comestibles o tinturas. Se diferencia de las formas tradicionales de consumo porque sólo consumes una fracción de lo que normalmente fumarías o vaporizarías. Esto te permite experimentar un subidón más suave sin dejar de aliviar tus síntomas.
No tienes que ser un experto en cocinar u hornear para usar microdosis; ¡hay muchos productos ya preparados que facilitan la tarea a los principiantes! También puedes encontrar recetas en Internet si quieres algo más personalizado (y delicioso).
La microdosificación no es sólo para la gente que quiere probar el cannabis pero aún no está segura; también es genial para los que ya consumen marihuana regularmente pero quieren algo diferente a lo que han estado haciendo antes (o quizás sólo quieren algo nuevo).
La microdosificación es una forma estupenda de consumir cannabis, sobre todo si eres nuevo en esto y quieres ver de qué va todo el jaleo. Puede ayudarte con la ansiedad, la depresión, los problemas de sueño y mucho más.
Ansiedad - Las investigaciones demuestran que pequeñas cantidades de THC pueden reducir la ansiedad en personas que padecen el trastorno de ansiedad social generalizada (TAS). En un estudio publicado en Frontiers in Pharmacology, los investigadores descubrieron que las personas que recibieron 2 mg de THC se sentían menos ansiosas que las que recibieron una pastilla de placebo*.
Depresión - Los estudios han descubierto que el cannabis puede ser eficaz en el tratamiento de la depresión porque aumenta los niveles de anandamida, conocida como "la molécula de la felicidad" porque nos hace sentir felices.
Sueño - Debido a que las microdosis ayudan a la concentración y la creatividad al tiempo que reducen los factores estresantes como el dolor o las náuseas, muchas personas descubren que duermen mejor después de consumir cannabis.*
El primer paso para la microdosificación es encontrar la dosis adecuada. Es importante empezar con una dosis pequeña y ajustarla en consecuencia.
Empieza con una pequeña cantidad y observa cómo te afecta: Puedes empezar con una o dos caladas de un vaporizador o tomar media cucharadita de tintura en agua, por ejemplo. Si no notas mucho después de 30 minutos, prueba a aumentar la cantidad en 1/4 de gramo hasta que notes un efecto.
Prueba distintas variedades: Algunas cepas son más potentes que otras (como las sativas con predominio de THC frente a las índicas con predominio de CBD), así que ten en cuenta que cada cepa afectará a tu cuerpo de forma diferente en función de su composición química, ¡y eso podría significar tomar más de un tipo a la vez!
Prueba diferentes métodos de consumo: El vapeo es común entre los microdosificadores porque puede proporcionar un alivio rápido sin colocarse demasiado; sin embargo, si el vapeo no te funciona porque no se absorben suficientes cannabinoides en el torrente sanguíneo sólo a través de la inhalación, ¡intenta consumir comestibles en su lugar! Lo mismo ocurre con las tinturas: si beberlas no te parece lo bastante efectivo, prueba a ponerte unas gotas bajo la lengua.
La microdosificación es una forma estupenda de iniciarse en el consumo de cannabis. Si eres nuevo en el mundo del cannabis, la microdosificación es una de las mejores formas de empezar sin sentirte abrumado por sus efectos. También es una buena manera para los usuarios más experimentados que quieren experimentar con diferentes cepas o métodos de consumo sin sentir que tienen que ponerse en modo fumeta cada vez que fuman.
Los estudios y las pruebas anecdóticas han demostrado que la microdosificación puede ayudar a tratar enfermedades como la depresión, la ansiedad y el TEPT, pero también tiene muchos otros beneficios. Puede mejorar tu estado de ánimo, aumentar la creatividad y la productividad en el trabajo o en la escuela (especialmente si trabajas en un entorno de oficina), aumentar la inmunidad contra las enfermedades y reducir los niveles de estrés en todo el cuerpo... ¡y la lista es interminable!
Si no quieres colocarte, la microdosificación sigue siendo una forma estupenda de aprovechar los beneficios del cannabis. Puedes utilizar comestibles, tinturas (la forma líquida del cannabis) y tópicos para tu dosis diaria.
Los comestibles son una de las formas más fáciles de microdosificar: ¡cómetelos! Mucha gente elige algo dulce, como chocolate o gominolas, para no sentir el sabor amargo de la medicina. Pero si el chocolate no es lo tuyo o si es demasiado fuerte para tu gusto después de comer sólo un bocado, hay un montón de otras opciones por ahí: cueros de frutas, caramelos duros e incluso tazas de mantequilla de maní todos hacen grandes comestibles que entregan pequeñas cantidades de THC en el torrente sanguíneo poco a poco en lugar de todos a la vez, cuando fumar o vaporizar flores de marihuana causaría una intensa reacción psicoactiva inmediatamente después del consumo.
Esperamos que esta guía te haya ayudado a entender los fundamentos de la microdosificación. Como siempre, ¡suscríbete a nuestro boletín y síguenos en nuestra página de Instagram para saber más sobre todo lo relacionado con el cannabis!